"Debería no haberla escuchado -me confió un día-, no hay que escuchar nunca a las flores. Hay que mirarlas y olerlas. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no sabía alegrarme con ella."
Esta es una foto de una flor de mi jardín. Que siempre estuvo ahí, a un costado, entre tantas otras, y que pese a mi gran indiferencia en ese instante me regaló toda su belleza.
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